¿Cómo hacer que la música sea un bien para los más desatendidos?
Hay multitud de formas para adecuar la música a un bien social. Existen iniciativas como la musicoterapia.
“El musicoterapeuta es un profesional con unos conocimientos y una identidad tanto en el ámbito musical como en el terapéutico, y que integra todas sus competencias desde la disciplina de la Musicoterapia, para establecer una relación de ayuda socio-afectiva mediante actividades musicales en un encuadre adecuado, con el fin de promover o restablecer la salud de las personas con las que trabaja, satisfaciendo sus necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas y promoviendo cambios significativos en ellos”.
La música facilita el establecimiento y la permanencia de las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptación del individuo a su medio. Por otra parte, la música es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria) y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio. Así, diversos tipos de música pueden reproducir diferentes estados de ánimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas. Todo ello depende de la actividad de nuestro sistema nervioso central.
Con esto queda claro que la música es buena para el ser humano y va directamente ligada a él. Existen iniciativas en diferentes organizaciones dedicadas a desarrollar la música como un bien social. Aquí tenemos un claro ejemplo de una ONG en donde una de sus actividades musicales está desarrollada para la tercera edad:
http://www.losargonautas.org/
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